Émile Zola
Charly Ordoñez
Nació en París en 1840 en una familia de origen veneciano. Después de unos años de bohemia literaria en París, Zola es jefe de publicidad de la librería Hachette y periodista literario.
Máximo representante del naturalismo. La influencia de sus ideas y de su praxis narrativa marcó la literatura europea durante la menos las dos décadas de auge del naturalismo. Tomó contacto con la literatura romántica, especialmente con la narrativa de Víctor Hugo y la poesía de Alfred de Musset, su favorito.
Comenzó a trabajar como cronista literario y artístico en el periódico L’evénement, y publicó los trabajos de crítica pictórica Mis oídos (1866) y Mi salón (1866) donde hizo una enérgica defensa de Manet, cuestionado en esa época por los sectores académicos.
A partir de ese momento se dedicó por completo a escribir, se alejó paulatinamente del romanticismo y sintió afinidad con el movimiento realista y el positivismo.
Aplicó su experiencia periodística en Los misterios de Marcella (1867), una novela folletinesca y publicó su primera obra importante.
La denuncia de Emilio Zola en el periódico L’Aurore, del proceso Dreyfus (1898), donde expuso los hechos que ocultaban un amañado proceso. Sin la prensa, el “yo acuso” del escritor francés, la verdad no habría sido descubierta y conocida públicamente
Zola falleció en su casa asfixiado, en el marco de extrañas consecuencias; aparentemente alguien tapó la chimenea de una estufa para que ello sucediera.
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